Actividad física en invierno: es posible pese al frío

El ejercicio físico es saludable y nos mantiene en forma, independientemente de si se practica en primavera o invierno, de hecho, mantener un nivel adecuado (a nuestra condición y edad) de actividad física cuando hace más frío, resulta muy beneficioso. No hay por qué quedarse en casa en las tardes de otoño / invierno, cuando los peques regresan de la escuela. Tampoco hay por qué encerrarnos en locales o talleres de manualidades; podemos hacerlo, pero darle vida a los parques y otros espacios abiertos es una opción.

Con el frío sudamos menos y en consecuencia también el nivel de deshidratación es menor, probablemente se una de las principales ventajas; añadida a que mejoramos el equilibrio energético y nuestro estado de ánimo, propias estas últimas de la realización de actividades físicas, independientemente de la temperatura exterior. Los peques se benefician así mismo de todo ello.

Al mantenernos activos evitamos el sedentarismo, y el ejercicio al aire libre proporciona la luz solar tan necesaria para recibir nuestra dosis diaria de vitamina D; otras ventajas conocidas para la salud son un mejor estado de ánimo y una correcta movilización de las articulaciones. Eso sí: una cosa es no tener miedo a las bajas temperaturas, y otra muy distinta es salir a caminar por el bosque cuando el termómetro se sitúa bajo cero, ni tanto ni tan poco. 

Si animas a tus hijas e hijos a realizar actividad física moderada a diario, evitarás una sobreexposición a las pantallas, así que ¡ánimo!  

Ejercicio físico en otoño / invierno: ideas. 

Estos son ejemplos de actividades a realizar: 

• Ir caminando a la escuela.
• Paseos en bicicleta los domingos.
• Practicar deportes en familia: fútbol en la playa, escalada en el rocódromo.
• Que los peques realicen su deporte preferido de forma reglada: clubes (de hockei, etc.), academias (de danza, etc.).
• ¡Salid a la Naturaleza!
• Natación a cubierto.

Precauciones a tomar:

1. Vestir siempre con ropa cómoda y de tejidos naturales.
2. Procurar que el calzado ajuste bien, teniendo cuidado de comprarles un número que no apriete ni les sobre.
3. Llevar siempre agua para hidratarse.
4. Dar ejemplo: ser personas activas y alimentarnos equilibradamente, da pautas saludables a los niños.
5. Evitar temperaturas extremas, no salir tampoco en un día lluvioso o de nieve (no salir a hacer deporte, se entiende).
6. Enseñarles a calentar los músculos si se trata de una actividad intensa: un partido de futbol, atletismo.
7. No realizar actividad física si está contraindicada debido a un problema temporal de salud, tampoco si nuestros hijos están atravesando un proceso infeccioso.
8. Vigilar las lesiones músculo esqueléticas: no seguir haciendo deporte si no están restablecidas.
9. Llevar la boca y nariz tapadas en días de viento y frío.

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