El principal impulsor del informe PISA se llama Andreas Scheleicher, y es muy crítico con el sistema de repetición de curso: según él el fallo está en el sistema educativo, y no en los estudiantes. De hecho lo considera como ineficaz, y (coincidiendo con el sociólogo Mariano Fernández Enguita) demasiado caro. En la mayoría de las ocasiones, la estrategia no va a funcionar, y así lo atestiguan profesores con experiencia sobrada en la profesión, como Jordi Martí (desde su blog Xarxa Tic).
Lo que sorprende, es que teniendo las tasas de fracaso escolar que tenemos en España, no estemos poniendo sobre la mesa, medidas efectivas para combatirlo. Cabe esperar que el debate social y los esfuerzos políticos den sus frutos. El propio Menéndez de Vigo, aseguró hace unos meses que deben consensuar, dar valor a los docentes, y sobre todo mejorar las actuaciones dirigidas a los alumnos con más dificultades. Una idea importante sobre la repetición de curso es que el alumno se va a desmotivar al tener que cursar otra vez las mismas materias…
Las asignaturas que no ha aprobado, y las que SÍ, ¿qué sentido tiene esta medida? Más abajo podemos ampliar aportando algunas de las propuestas que diferentes expertos en Educación ofrecen como alternativas. Ahora, me gustaría recordar un texto de hace 3 años (que sigue de actualidad, y no sólo por la cercanía en fechas): el colectivo Polítikos, afirmaba que tal política educativa es “regresiva en igualdad de oportunidades”. Y se basaban para enunciar esa teoría, en que efectivamente (esto está comprobado) las alumnos y los alumnos que provienen de centros situados en barrios con carencias sociales y económicas, tienen menos oportunidades, aunque posean iguales competencias. Esa solo es una idea, de entre las 5 que aportan.
Está claro que si se ha establecido la repetición como solución para estudiantes ‘que van mal’ porque han suspendido, el principal factor a tener en cuenta es la propia normativa existente. También podemos hablar de falta de ayudas para la educación diferenciada o inclusiva. En la práctica se puede hablar tanto de factores individuales (necesidades no atendidas, desmotivación, problemas del aprendizaje, etc.) como educativos, por ejemplo ¿no habéis pensado nunca en el error que supone tener en cuenta el progreso del alumno atendiendo únicamente a los resultados de los exámenes?
Resultados numéricos como indicadores únicos del aprendizaje, eso no puede ser saludable, ni siquiera es propio de una Educación que avanza. Bueno, en realidad se tienen en cuenta otros, pero a veces con influencia ‘a la baja’ en la calificación; como es el caso de los trabajos de clase, el comportamiento (a juicio del docente), etc. A la postre este sistema constituye una forma muy descarada de establecer rankings entre los propios alumnos.
Y las consecuencias de la repetición, van desde malgastar recursos educativos, hasta la frustración del docente que siente no haber alcanzado objetivos con todos los alumnos… Pasando por problemas de autoestima, dificultades para encajar en un nuevo grupo y retroceso académico, todas ellas visibles en chicas y chicos repetidores.
Al margen de que se considere ineficaz, el sistema establece que durante la etapa de Primaria, un alumno o alumna podrá repetir una sola vez. Desde la implantación de la LOMCE, se puede repetir cualquier curso, y no solo los finales de ciclo. Y en ESO, es posible repetir hasta 2 veces en toda la etapa, pero solo una por nivel / curso. En Bachillerato se puede repetir Primero. Lo que está pasando es que un porcentaje demasiado alto de estudiantes llegan a cuarto de ESO con un año de retraso, y la mayoría de ellos porque han repetido.
Aparte de las decisiones políticas en cuanto a recursos que se pueden destinar a educación; se necesitan medidas efectivas como los grupos de diversificación curricular, el refuerzo individualizado, la detección precoz de problemas académicos, o un seguimiento muy exhaustivo de cada alumno. Y desde este blog, tenemos claro que son acciones que se emprenden, muchas veces fruto del esfuerzo de los docentes, y del convencimiento de que son las iniciativas que más ayudarán a los estudiantes.
Por eso cabe volver a un punto tímidamente enunciado al principio: los docentes necesitan apoyo y reconocimiento, para no verse nadando solos en este mar, que les exige rescatar a pequeños náufragos del fracaso escolar.