Es bueno que por fin, las “escuelas bosque” hayan empezado a instalarse en España, años después de que el modelo se desarrollara por primera vez en Dinamarca (1952); pero eso era en Europa, porque en 1927 el decano de una facultad en Wisconsin ya impulsó el origen. ¿Qué digo por primera vez? Las niñas y los niños han estado aprendiendo de y en la Naturaleza desde hace muchísimo tiempo, teniendo en cuenta nuestra propia evolución como especie.
La escolarización es un invento reciente, y sin embargo la curiosidad y el deseo de aprender son inherentes a los humanos. En estos tiempos en los que surgen modelos alternativos de escuelas, vale la pena que dediquemos un espacio a estos lugares maravillosos en los que el alumno es - en realidad - una parte del todo natural, en el que desarrolla su capacidad y da rienda suelta a su curiosidad.
No hace falta que recordemos los beneficios del contacto con el medio natural, ¿o si?Contaros que las Escuelas Bosque (o Bosque Escuelas) están presentes en varios países europeos, y también se plantea la formación en este modelo a los docentes. Esta progresión, junto con el aumento de la demanda y una mayor conciencia sobre las necesidades infantiles, provoca que se estén ampliando las edades de los “alumnos” que se atienden. Usualmente se matricula a niños de entre 3 y 6 / 7 años, pero muchas de estas escuelas, empiezan a aumentar la edad, hasta cubrir la Educación Primaria.
Un lujo, ser educado en plena naturaleza, un lujo y un regalo para los sentidos, que propicia el desarrollo de habilidades necesarias… Porque el intelecto no necesita ser estimulado hasta que las niñas y los niños no tienen como mínimo 6 años, ¿o no habéis leído nunca que en Finlandia la educación Primaria empieza a los 7 años, edad en la que también aprenden a leer?
Estamos unidos por un hilo invisible a la Naturaleza, es nuestra madre y la que nos provee; quienes crecen entre aceras, asfalto y ruido viven el entorno antinatural con naturalidad, no queda otro remedio, pero una parte de nosotros anhelamos contemplar las copas de los árboles y hundir nuestras manos en la hojarasca. El alejamiento que los niños actuales sufren es tal, que ya se ha definido el Trastorno por Déficit de Naturaleza.
Además de la lógica reducción del estrés, y mejora de las capacidades físicas (coordinación, equilibrio, agilidad, etc.) se han observado detalles curiosos como más capacidad para prevenir golpes y lesiones. Por otra parte son niños que no se suelen accidentar usando herramientas, puesto que conviven con ellas de forma natural, aunque su uso es siempre supervisado. Mayor concentración y desarrollo cognitivo también se encuentran entre los beneficios. Y por supuesto la libertad en consecuencia de tener amplios espacios para moverse y capacidad de decisión sobre los temas de interés.
Y respecto a la salud, resaltan una mejor forma física, menor tendencia al sobrepeso y salud respiratoria.
Son alumnos que no llevan trolley cargado de libros, y que no toman notas durante las clases; tampoco estudian por rincones como en la pedagogía Montessori, ni tienen juguetes. Mantienen un contacto continuo con el entorno (instalaciones y exterior) y con los acompañantes. Si el bosque es la escuela, hay tantas oportunidades de aprender como días dura un curso: convivencia, resolución de conflictos, orientación espacial, manipulación, lógica, conocimiento del medio, experimentación, observación, evitación de riesgos… Todas esas cosas que habitualmente se aprenden (o algo parecido) mediante láminas o fichas. ¿Qué más necesita un niño de entre 3 y 6 años? Por supuesto los adultos vigilan por la seguridad y ayudan a gestionar emociones y problemas de relación.
Seguro que te has quedado con ganas de saber si cerquita de ti hay una escuela bosque… mira este directorio, quizás te lleves una sorpresa, y tus hijos te lo agradecerán. Aunque bien es sabido que los modelos alternativos de educación suelen partir de iniciativas privadas, como es el caso; así que no te preocupes si no puedes costear la matrícula en una de ellas, nuestras ideas para acercar la Naturaleza a tus hijos, te van a servir, y contribuirán a un mundo más consciente de la necesidad de respetar lo que tenemos.