Los osos polares son unos tiernos animales que se encuentran actualmente enpeligro de extinción, tienen unas cuantas curiosidades y nosotros hemos decidido resaltarlas en este artículo. Verán que hay algunas que no las conocían y otras que no se esperaban.
Seguro, los osos polares lucen de color blanco, pero como dice un conocido y viejo refrán, las apariencias engañan. El pelaje exterior del oso polar es el que se ve de color blanco aunque en realidad es incoloro. Entonces, ¿por qué se ven blancos? porque su pelaje es un receptor del aire, cuando una luz ilumina al oso toda la luz es absorbida por su pelaje y hace que luzca de color blanco. Dependiendo de la época del año y la posición del sol, los osos polares también pueden parecer amarillos o marrones.
Sin parar, que es lo más asombroso de todo. Tienen unas habilidades para nadar impresionante capaz de dejar en vergüenza al mismísimo Michael Phelps. Nada a una velocidad de 10 Km/h en el océano, venciendo a los medallistas olímpicos que llegan a los 7 Km/h.
Además pueden hacer hasta 100 kilómetros sin parar, una cifra espectacular y que si agranda si tomamos en cuenta que la suma más extensa que recorrió un oso polar fue de 321 kilómetros en 2011.
Una particularidad muy complicada de explicar que los protege de los cazadores nocturnos. Los científicos descubrieron esto haciendo investigaciones por los aires y lo calificaron como un "fenómeno fascinante" que podría explicarse por las propiedades radioactivas del oso polar que son las mismas que la nieve, lo que les permite ser invisibles bajo rayos infrarrojos.
En Churchill, Manitoba, se han vuelto populares por ser la principal capital de osos en el mundo. Cada primavera y verano, el oso polar acecha la región para satisfacer sus necesidades de comida. Alrededor de 1000 osos hambrientos se acercan al pueblo en búsqueda de comida, y no son osos que comen poco ya que se comen todo desde garbanzos hasta… ¡perros!
Visto el peligro que tienen, la gente del pueblo ha sabido adaptarse y prepararon 28 celdas con sólo dos metros para que los osos puedan moverse allí. Y cuando uno viene y hace algo indebido acaba en la cárcel, literalmente.
Algo que se ha comprobado es que comer hígado de oso polar podría matar a la persona en cuestión. Son necesarios sólo 500 gramos de hígado de oso polar para darle un shock al sistema de 9.000.000 UI. Esto se debe a que tiene un exceso de vitaminas, por lo que comer cantidades normales podría causar la muerte.
Fuente: El5.com
Fotos: Bill Owens, Getty Images