Tendré que soportar dos o tres orugas si quiero conocer las mariposas, creo que son muy hermosas", decía El Principito de Antoine de Saint-Exupéry. Y lo son, vaya si lo son. Su hermosura es algo bien conocido, que salta a la vista. Pero no toda su belleza se muestra ante nuestros ojos, porque esas criaturas que revolotean con gracia y finura también esconden espectaculares colores y patrones que sólo puede mostrarnos una lente macro.
Gracias a las imágenes tomadas por la fotógrafa Linden Gledhill, sus alas son todo un universo de increíble belleza que sorprende. Si bien es cierto que las mariposas son unas pequeñas criaturas la mar de inquietas, un visto y no visto, que desaparecen antes de que podamos verlas bien, estas imágenes son mucho más que una fotografía macro al uso.
Gledhill consigue mucho más. Sus insólitas tomas requieren de un equipo muy específico creado con una buena dosis de imaginación. Partiendo de patrones microscópicos de las alas, capturadas utilizando viejos lentes de microscopio y adaptándolos a su cámara fotográfica, entre otros cambios, consigue llegar donde nadie antes había llegado.
Conseguir cada una de las imágenes le ha supuesto un tremendo trabajo. Para lograrlas se requiere avanzar de forma secuencial, por lo que cada foto requiere una media de 80 fotografías individuales que se acercan hasta captar los detalles de un grano de polen, como puede verse en la segunda imagen de este post.
Las imágenes finales bien valen la pena el esfuerzo. Mariposas de muy distintas especies, como la Morpho didius, la Salamina parshassus o la Lormieri Papillon se nos presentan como auténtics maravillas. Sus formas geométricas, sus pequeñísimas escamas, sus colores brillantes, iridiscentes… Auténtico arte, la sublime belleza del mundo natural. Tan real como la vida misma, una bonita lección sobre lo importante que es cuidar la biodiversidad del planeta.
Fuente: Ecología Verde, fotos de Linden Gledhill