Cada vez más nos gusta el deporte extremo, vivir aventuras y sentir la adrenalina a tope por nuestro cuerpo. Por eso se están sucediendo la organización de duras pruebas en las que medir nuestra capacidad física, citas que cada día congregan más adeptos y valientes intrépidos.
En pocos días Madrid ha organizado dos importantes pruebas que unen aventura, fortaleza y capacidad de superación.
Primero fue The Mud Day (El día del barro) el 23 de mayo de 2015, en los cigarrales toledanos. Una dura prueba en la que estuvieron presentes el agua helada, el barro y hasta descargas eléctricas. Más de 13 kilómetros con recorridos basados en los desarrollados en el ejército congregaron a unas 2.500 personas, valientes que superaron más de 22 obstáculos de dureza extrema.
Y escasos días después y a pocos kilómetros de distancia, fue el turno de la Spartan Madrid, celebrada en Rivas Vaciamadrid, esta vez con la asombrosa participación de 12.000 intrépidos.
Esta prueba, celebrada en dos días (ayer sábado y hoy domingo 30 y 31 de mayo de 2015) se desarrolla también en un recorrido de 13 kilómetros entre los que se han colocado 20 duros obstáculos.
Barro, fuego y mucho sol fueron los protagonistas de estas exigentes pruebas que ponen al límite el estado físico y mental de todos los participantes. Muros de dos metros y medio de altura, sacos de 20 kg o maderas de 15 kg que hay que transportar, alambradas de pinchos debajo de las que arrastrarse o barrizales de lodo, subir la cuerda a pulso, escalada de obstáculos, lanzamiento de jabalina y además, pruebas de memoria entre obstáculo y obstáculo fueron algunos de los retos que han tenido que superar las 12.000 personas que valientemente han participado.
Incluso “el castigo” estuvo presente en esta cita ya que en el que caso de que un “espartano” no pudiese superar alguna prueba, podría continuar el recorrido eso si, mediante el pago del peaje: 30 burpees (ejercicio consistente en una sentadilla apoyando los brazos en el suelo, flexión con los codos, recoger las piernas y dar un salto vertical).
Finalmente la meta estaba al final del recorrido eso si, bajo unas brasas de fuego que había que atravesar. El portugués Tiago Lousa y la francés Marion Lorblanchet fueron los “superguerreros” que se hicieron con el triunfo pero todos los participantes fueron más que héroes por un día.
Y tu, ¿te atreves a prepararte para la siguiente?