¿Te imaginas tener que colgarte por los aires para ir al colegio o al trabajo? Eso es exactamente lo que hacen los ciudadanos de Yushan, un pequeño pueblo remoto de China, tienen que hacer cada día.
Arriesgan sus vidas cada día para ir a trabajar aunque para ellos es algo totalmente rutinario. Se levantan, desayunan, se suben a este improvisado teleférico construido por ellos mismos y ni cortos ni perezosos se embarcan en este trayecto de 1 kilómetro de longitud por los aires… con una caída de más de 450 metros hasta el suelo.
No parecen nerviosos, ¿verdad?
Impresionante, considerando los escasos medios que tienen para alimentar el aparato y que el transporte no tiene techo ni calefacción… ¿te imaginas en los días de lluvia?
Creo que nunca más voy a quejarme del trayecto hasta el trabajo... aunque desde luego, ¡esto sí que es empezar el día de forma emocionante!