Viajar por turismo es una gran oportunidad para conocer lugares de nuestro Mundo que son especiales y únicos pero también nos sirve para descansar, desconectar de nuestra rutina, relajarnos y recargar energías de cara a la vuelta a nuestra rutina. Viajar es una gran práctica que todos deberíamos poder realizar de forma habitual ya que los beneficios son muchos y muy buenos y además, nos abre la percepción de lo grande que es lo que nos rodea y no pensar que estamos y somos el centro del Universo. Conocer otras culturas, otras gentes y lugares, formas de vida que seguro tienen muchísimo que enseñarnos nos harán más grandes interiormente. Pero también viajar puede abrir nuevas posibilidades y dentro de ellas hay una muy importante que afortunadamente cada vez va ganando más adeptos: la de ayudar.
Viajar y ayudar es posible. Convertir tu aventura en más aventura aún para ti y para los que visites es un regalo para todos. Así lo vivieron y aún continúan disfrutando de ellos esta pareja que tiene el movimiento De la Mano por el Mundo: una nueva modalidad de viaje.
Todo nace de un sueño, del de sus protagonistas, Florencia y German que desde hace más de tres años están viviendo el viaje de sus vidas y que cuando empezaron, no sabían todo lo que conocerían en todos los kilómetros que llevan ya recorridos y los que les quedan. Ahora, esta iniciativa se ha convertido en todo un Movimiento general a los que muchos se suman para vivir una aventura única que además, ayuda a los demás.
El proyecto fue creciendo junto con su viaje ya que según iban visitando nuevos lugares se encontraban con diferentes realidades sociales llegando a sociedades muy lastimadas y que habían quedado en el olvido. Detrás de hermosos y bellos paisajes turísticos encontraban otros panoramas que necesitaban otra oportunidad con historias reales y duras.
Y de ahí nació De la Mano que se consolida poco a poco en el objetivo de llevar arte y alegría a niños y comunidades de países en desarrollo para así paliar los efectos de la pobreza.
El programa incluye actividades muy variadas para ayudar a las comunidades excluidas como reciclaje y concienciación ambiental (muy necesario para cuidar y salvaguardar la Naturaleza), música (con la que acercarse a la comunidad de forma agradable), alimentación (para paliar los efectos de la pobreza en niños) o chequeos médicos gratuitos entre otros programas de crecimiento.
Esta es otra muestra de cómo vivir una aventura, disfrutar de la naturaleza y conocer el Mundo puede además, ser una propuesta de ayuda a los demás y seguir alimentando una sociedad colaborativa y saludable.