Cerca de Oliete (Teruel), en el Parque Cultural del río Martín, está escondida la Sima de San Pedro, un agujero abismal, único en Europa, de 108 mts. de profundidad y de tipo kárstico, también llamado dolina, en cuyo fondo hay un lago.
Al borde mismo, y colgado en el vacío, hay un mirador para quien se atreva a asomarse a ese increíble abismo. En los 80, se celebraron campeonatos de espeleología a nivel nacional e internacional. Aparte de una prueba técnica que se realizaba en un barranco cercano, se disputaba otra de esfuerzo que consistía en bajar y subir la sima en el menor tiempo posible.
La enorme cavidad de unos 90 metros de diámetro y 108 de profundidad, ubicada entre los municipios turolenses de Oliete y Ariño en Teruel, alberga un refugio de biodiversidad único en Europa.
En ese pequeño ecosistema de 100 mts. de diámetro, se encuentra el lago de 22 metros de fondo, rodeado en parte por una zona de tierra. En su interior conviven más de 25 especies de anfibios, reptiles, aves y mamíferos, de las que 10 son murciélagos. Este hecho convierte a la sima enun refugio de biodiversidad sin equivalente en Europa.
El cercano río Martín, a 40 metros sobre el nivel del lago, le suministra caudal, de ahí que parte del agua del río se infiltre a través de las calizas y dolomías del periodo Jurásico inferior.
Lo utilizan tanto aves como mamíferos y es una zona bastante buena para aves como la grajilla, la chova piquirroja y otros pequeños pájaros que buscan allí su refugio. Especies como el estornino, el murciélago rabudo o la rana común han escogido un lugar que les ofrece agua y reguardo frente a los depredadores.
Sobre el origen de la sima, el estudio citado de Juan Carlos Gordillo y José Royo señala que tuvo lugar por el colapso del techo de una gran sala subterránea que las aguas habían ido formando; al ceder dicho techo, se originó esta sima de hundimiento.
Única desde el punto de vista geológico en nuestro continente, es fácil encontrarla, sin embargo, en países tropicales debido a la gran cantidad de precipitaciones y a las características del suelo.
Recientemente, el Centro de Estudios Espeleológicos Turolenses y el Parque Cultural del Río Martín, en colaboración con el Instituto Pirenaico de Ecología comenzaron unos trabajos de sondeo en el lago para extraer sedimento y así poder datar la sima.
Miembros de la Associació Catalana d’Excursions Científiques, efectuaron un descenso científico del que se tiene constancia en el año 1880, mediante un torno instalado por una compañía francesa.
Sin embargo, gracias a los registros parroquiales, se cree que el primero que bajó a la sima fue un hombre de Oliete en 1810 y que lo hizo por "fanfarronada”.
Fuente: @Vladytrail, Asociación para la Conservación de los Falcónidos
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