Popularmente conocida como «la isla bonita», La Palma es un pedacito de roca volcánica de apenas 700 kilómetros cuadrados que se localiza en el noroeste del archipiélago canario. Pese a sus modestas dimensiones, bien podría considerarse un planeta en miniatura por la diversidad de ecosistemas que concentra: desdebosques de pino canario a extensiones de plataneras, retazos de la selva de laurisilva que un día cubrió la Macaronesia –formadas por las Canarias, Cabo Verde, Azores y Madeira– y campos de lava con rocas de formas singulares.
La Gomera alberga el Parque Nacional de Garajonay formado por una selva ancestral única, que se recorre a través de una extensa red de senderos.
Adentrarse en esta espesura verde, muy verde, con los árboles revestidos de un manto vegetal, es como pasear por un mundo irreal inspirado en el origen de los tiempos. Grandes helechos, hayas, acebiños, palo blanco y numerosas especies arbóreas forman este conjunto que en La Gomera es denominado «monteverde». Ubicado en las cumbres centrales de la isla de La Gomera, el Parque Nacional de Garajonay representa el diez por ciento de la superficie de esta isla de origen volcánico y se considera una auténtica reliquia del pasado porque conserva parte de la flora que hace millones de años poblaban el área mediterránea. Este bosque, siempre verde, recibe el nombre de laurisilva, que significa selva de laureles, ya que la mayor parte de las especies arbóreas que la componen presentan hojas similares a las del laurel. Garajonay tiene su máxima altura en el Alto de Garajonay, de 1.487 metros, allí se pueden visitar diversos yacimientos arqueológicos de los antiguos habitantes de la isla. La verdor de esta gran superficie contrasta con la aridez volcánica de la isla, y se debe a las neblinas y las lluvias abundantes que consiguen un alto índice de humedad.
El Parque Nacional de Garajonay debe su nombre a la leyenda de los amantes Gara, princesa gomera y Jonay de Tenerife quienes ante la desaprobación de su amor por sus familias, decidieron clavarse una lanza de madera y tirarse desde el pico más alto de la isla.
Para recorrer Garajonay, considerado también Patrimonio de la Humanidad(1986), lo mejor es ir hasta su Centro de Visitantes «Centro Juego de Bolas» ubicado en el norte del parque. Es un edificio que muestra los cánones de la arquitectura canaria y ofrece salas de exposiciones y proyecciones sobre el Parque Nacional y la isla en general. Allí informan sobre las numerosas rutas y senderos que rodean y atraviesan esta vasta superficie boscosa. También hay diversos miradores y tres zonas recreativas, las de la Ermita de Lourdes, Las Creces y Espina.
En el Parque destacan también los riachuelos que conforman la red de corrientes permanentes de agua mejor conservada de Canarias.
Otro dato a tener en cuenta en la visita a Grajonay es la posiblidad de conocer elSilbo Gomero, el único lenguaje silbado del mundo plenamente desarrollado y practicado por una comunidad numerosa. La Unesco lo declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2009.
Fuente: National Geograhic